Inteligencia Cultural

En los negocios internacionales es crucial que la dirección de la empresa y sus diferentes equipos de trabajo tengan la capacidad de adaptarse a las diferencias culturales existentes entre los países.

El reto de los líderes

Un buen líder tiene que saber gestionar equipos. Ahora, el reto es gestionar plantillas de todo el mundo.

El reto de los negocios en el extranjero

Las compañias que ignoran las diferencias culturales puede cometer errores costosos y vergonzosos.

El reto de las empresas

Estar presente en cada rincón del planeta y adaptarse al mercado local, es el RETO.

 

¿Por qué necesita la Inteligencia Cultural?

La Inteligencia Cultural (CQ por sus siglas en inglés), es una herramienta muy útil para destacar en el mundo profesional global. La CQ es un paso fundamental para alcanzar la competencia cultural. Si adquirimos y desarrollamos habilidades interculturales, nos ayudarán a tener éxito en nuestra aventura internacional.

 

 

Si bien las diferencias culturales superficiales pueden desaparecer con la globalización, los valores culturales subyacentes se mantienen.

Cuando emprendemos negocios internacionales, las habilidades culturales son vitales para el éxito.

 

El personal que ingresa en una organización tiene que conocer en sus primeros días el código cultural de su empresa: hora de entrada, código de conducta, vestimenta, jerarquías y relación con sus clientes y proveedores. De la misma manera, en un mundo global donde el líder tiene que trabajar con personas de diferentes nacionalidades y contextos culturales, este tendrá que adoptar hábitos y costumbres que le permitan adaptarse más fácilmente a la nueva cultura.

Se ha preguntado alguna vez...

(1) ¿Por qué algunos líderes negocian con eficacia contratos con Lationoamérica, Asia o Europa en un mismo día mientras que otros no pueden gestionar la diversidad dentro de sus propias oficinas?

 

(2) ¿Por qué algunos líderes son más eficaces gestionando a través de fronteras culturales que otros? ¿Cuál es la diferencia?

Pongamos ejemplos prácticos 

(1) Un gigante de comidia rápida  estadounidense ha tenido que afrontar retos culturales, creando espacios a gusto del consumidor local.

América, Asia, Europa y Oceanía están invadidos por esta compañía y cada tienda está enfocada al gusto del consumidor local.

 

(2)Una firma de equipamiento deportivo ofendió a las autoridades chinas cuando lanzó una campaña publicitaria en que una estrella del baloncesto de la NBA vencía a varias figuras mitológicas, luchando contra ellas. El anuncio violaba las reglas sobre dignidad nacional y respeto a la cultura del país. La compañia tuvo que retirar el anuncio, lo que le supuso grandes pérdidas económicas.

 

(3) Una empresa americana abrió una filial en Shanghái, a pesar de que en su equipo hablaban todos inglés, uno de sus ejecutivos no entendía por qué no podía contactar con el equipo de Shanghái. Utilizaba la táctica que tan bien le funcionaba en su cultura: explicaba chistes o utilizaba un tono sarcástico, típico de las culturas anglosajonas, para introducir todas sus presentaciones y ganarse al público. El ejecutivo no sabía que en la cultura china no se concibe 'romper el hielo' con chistes, sus colegas no reían porque no le entendían, e incluso su actitud tenía el efecto contrario al esperado. Comprender los códigos culturales del país le ayudó a mejorar la comunicación con su equipo.

 

(4) Una gerente de origen occidental, con el objetivo de mejorar los  proyectos  grupales en las oficinas de la empresa en Asia. Prometió a los miembros más productivos un bono, sin importar su jerarquía o tiempo en la empresa. Esto no sólo no funcionó, sino que incluso generó una baja en la productividad. ¿Por qué? Al remunerar a un miembro del equipo, eligió a una persona para alabar, generando vergüenza al resto del equipo . Para proteger a sus compañeros, los trabajadoreís ajustaron su comportamiento a ello y evitaron rendir demasiado. Nadie quería ser ganador, si significaba que iba a afectar a la dignidad de sus compañeros. Cuando la gerente descubrió que estaba ofendiendo los valores básicos de una cultura jerarquica y colectiva, decidió cambiar el incentivo y prometió remunerar a todo el equipo si lograban alcanzar una determinada meta. Ante esto, la productividad se incrementó notablemente.