Expatriados estadounidenses

Muchos ciudadanos estadounidenses viven en países extranjeros. Algunos de ellos se han trasladado temporalmente a trabajar fuera del país, mientras que otros se han mudado permanentemente. No hay un número exato de ciudadanos que viven en el exterior, pero según el Departamento de Estado de USA, la cifra puede estar entre 3 y 6 millones de ciudadanos expatriados.

 

¿Por qué los estadounidenses eligen vivir en el extranjero?

 

países que con mayor número de expatriados procedente de USA son Canadá, el Reino Unido, México y Australia.

Hay varias razones. La mayoria son motivadas por razones económicas. Entre otras motivaciones se encuentran las parsonas que quieren experimentar estilos diferentes de vida y vivir en culturas completamente diferentes y otros optan por abandonar el país para escapar de las políticas del Gobierno de USA.

La crisis económica de USA y el bajo coste de vida de otros países, puede ser una de las razones principales por la cual muchos trabajadores busquen oportunidades fuera del país.

Otros motivos para expatriarse son los que  deciden retirarse a un país extranjero. Usualmente eligen vivir en un país con buen sistema de salud, buen clima y bajo costo de vida. Costa Rica es uno de los destinos preferidos para jubilados estadounidenses.

 

Los impuestos para los expatriados estadounidenses.

 

La fiscalidad es un gran problema para los ciudadanos de USA que viven en el extranjero. Inclusos los que viven fuera del país son gravados por el gobierno de Estados Unidos. Muchos países tienen tratados fiscales , pero las excenciones tributarias sólo se aplican parcialmente (en la mayoría de casos).

Si usted es residente extranjero o americano, tendrá las mismas obligaciones, ya sea que viva en un país extranjero o en USA. Esto significa que las reglas para presentar declaraciones de impuestos de bienes , donaciones e ingresos, son las mismas, dondequiera que se encuentre. Estos deben enviar desde el extranjero sus declaraciones de impuestos al Departamento de Hacienda.

AM.

 

 

¿Funcionamos igual en todos los contextos culturales?

La inteligencia cultural como requisito para la internacionalización

Que el mundo es cada día más global, lo sabemos, si nos movemos por los aeropuertos del mundo, es muy difícil distinguir si nos encontramos en una ciudad europea o en una ciudad de algún país del lejano oriente. Si miramos a nuestro alrededor observamos las mismas tiendas, la misma comida y  los mismos productos Duty-free. Pero si no en cuenta los comportamientos culturales de cada región, tendremos problemas en contactar realmente con la gente con la que pretendemos hacer negocios. Nos preguntaremos por que nuestra manera de actuar, nuestras herramientas de negociación, nuestro sentido del humor, y las técnicas de negociación que tan bien nos funcionan en nuestra región, no nos funcionan en otros contextos culturales. Utilizar la Inteligencia Cultural en el mundo de los negocios nos llevará a un paso más, nos ayudará a mimetizar, los sistemas culturales, las normas y lo valores culturales, la (CQ) nos ayuda a abordar un nuevo contexto intercultural con más garantías de éxito

AM.

Internacionalización: Inteligencia Cultural, una apuesta segura.

 

Las empresas se empiezan a ser conscientes de la importancia que tienen las barreras culturales en sus actividades internacionales. Han empezado a dar valor a la “inteligencia cultural”, la que podríamos definir como la habilidad para adaptarse y trabajar con eficiencia en entornos culturales distintos al propio. Básico cuando hablamos de internacionalización.

Las barreras culturales existen y constituyen un obstáculo para el que hay que prepararse, pero no sólo el único factor, o el decisivo, que incide en el éxito o el fracaso en la actividad internacional de una empresa. La calidad del producto, su precio, el marketing, la financiación, son factores que también tienen un peso determinante.

 

Cabe pues plantearse: ¿cuáles son  los aspectos culturales más determinantes en la actividad internacional de las empresas? Se han ha escrito mucho y elaborado  informes sobre perfiles culturales con resultados diversos.

 

la prioridad que se da a la construcción de relaciones personales que permitan establecer un marco de confianza entre los interlocutores, frente a las culturas en las que las relaciones personales y la confianza mutua tienen poca relevancia, y la negociación se encamina desde el principio hacia la consecución del “acuerdo” (se trata de culturas" deal oriented", utilizando su definición en inglés). En líneas generales, la mayor parte de las culturas (asiática, mediterránea, latinoamericana, árabe) otorgan bastante atención a las relaciones personales. Son básicamente las culturas de origen anglosajón (países del norte de Europa y de Norteamérica) en las que predomina la orientación a “ir directamente al grano”, relegando el factor personal.

 

Otro elemento diferenciador es entre culturas colectivistas e individualistas. Esta diferencia es muy importante, porque a su vez influye de forma directa sobre otras características relevantes. Las culturas colectivistas –las asiáticas son sin duda las más destacadas en el mundo actual de los negocios– dan mucha importancia a la jerarquía y el protocolo. Cómo, por ejemplo, un error en la forma de sentar a los invitados en un banquete puede tener consecuencias negativas en una negociación.

 

El lenguaje directo frente a una comunicación en la que el contexto, los elementos indirectos son importantes. En estas últimas culturas los silencios, las insinuaciones, los gestos, puede ser una forma de mandar mensajes, que no se captan si no se está preparado para ello. Este aspecto tiene una estrecha relación con el primero. En las culturas deal oriented, por ejemplo, existe una mayor tendencia al lenguaje directo, claro, explícito.

 

En conclusión, las barreras culturales son importantes. Incluso en la propia Unión Europea, en la que existe un mercado único, puede existir la tentación de pensar que las diferencias culturales son poco relevantes en las relaciones entre empresas. Es un error: muchas empresas tienen problemas a la hora de trabajar en países del norte de Europa por no comprender las diferencias culturales.

 

Las empresas que operan en los mercados internacionales deben ser conscientes de la existencia e importancia de los factores culturales, y prepararse adecuadamente para afrontarlo.